Los domingos todo se vale
Como me gustan los domingos , la sencillez de los mismos , no hay complicaciones, no hay ostentaciones, no hay poses, todo es como es...
Se vale despertar y buscar en el ropero los libros que no leímos ayer, solo los libros de matemáticas y física descansan los domingos, ya regresaran el lunes por la mañana...
Se vale dar la vuelta y caminar en dirección contraria, reconstruir nuestro destino entre migajas del ser, esperar tu llegada sentada en el jardín...
Se vale hablar de temas profundos, de temas triviales, ponerle miel a las historias , lo primero que venga a la mente, al fin y al cabo los domingos todo se vale...
Se vale ir a ver bailarines y cómicos amateurs, ir a exposiciones surrealistas o tan cotidianas como fotos de la ciudad en las calles de nuestra misma ciudad...
Salir sin rumbo fijo, ser niños otra vez, reír y participar en sus juegos, pelearnos y reconciliarnos...
Se vale salir por comida japonesa o experimentar en casa con alguna receta de cocina, quedarnos en el sillón toda la tarde o recorrer largas distancias solo para probar una nieve de garrafa y reirnos de la vida...
Se vale mirar como el día termina y ver tu cara de lejos; ¿Quién dice que lo bueno de la vida tiene que ser complicado?